PROYECTO UBACYT S-825
Título del Proyecto: “COMUNIDAD Y DERECHO A LA TIERRA: ÓRDENES JURÍDICOS Y PROCESOS CULTURALES SILENCIADOS”.
Dirección: Karina BIDASECA
Año de inicio: 2006
Carrera: SOCIOLOGÍA
Especialidad: Estudios Subalternos
Palabras claves: conflictos por la tierra -movimientos sociales rurales- identidades políticas
Resumen
El objetivo general de esta investigación es comprender los que llamamos “procesos culturales silenciados”: mecanismos históricos de exclusión culturales, institucionales, económicos y políticos –formales e informales- de la/os campesina/os, indígenas y colonos sobre el derecho a la tierra/territorio.
Una de las variadas formas que adquiere la exclusión, como forma de dominación, en el mundo rural es negar u obstaculizar a los sujetos con tenencia precaria de la tierra , el derecho sobre ésta. Sin embargo, la gran diversidad de dispositivos sociales observables no permite identificar empíricamente criterios de derecho universalmente válidos (Mahé, 1997).
Por consiguiente esta investigación se propone en una primera etapa, analizar los mecanismos jurídicos e institucionales (económicos, sociales y políticos) que intervienen en la distribución de bienes en al agro argentino, en el desalojo de comunidades campesinas y pueblos originarios. Y en su segunda etapa, profundizar la interpretación sobre la constitución -o no- de un sujeto político (Rancière, 1996). El enfoque teórico de los Estudios Poscoloniales y de la subalternidad, permite articular la dominación de etnia y género con los procesos de expulsión y de invisibilización y elaborar una mirada crítica sobre el neocolonialismo . Nos referimos, por ejemplo, a los indígenas como un “fenómeno rural”, desconociendo comunidades residentes en barrios urbanos; o los significados de la Educación intercultural bilingüe, pues por la falta de reconocimiento del Estado hacia la lengua “otra”, se perpetúa la discriminación de formas distintas de pensar, y reconocimiento de los derechos (principalmente a la tierra/territorio) de los pueblos originarios. Desde la corriente del “Pluralismo Jurídico”, abordamos la falsa dicotomía entre derechos individuales y colectivos, y las tensiones que surgen entre derecho positivo y derechos consuetudinarios, para abrir el debate acerca de la decodificación que los actores pueden/hacen de estos derechos según sus usos y costumbres.
Nuestros estudios empíricos son tomados como singularidades, en tanto son paradigmáticos de la vulneración del derecho posesorio sobre la tierra/territorio en las comunidades. Son ellos representativos de tres regiones: el Noroeste argentino, la Pampa y la Metrópoli de Buenos Aires:
1. Jujuy: El conflicto por las tierras en la Quebrada de Humahuaca, posterior a la Declaración de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO (2003). La Quebrada está habitada por comunidades aborígenes kollas, omaguacas, campesinas y asentamientos urbanos. Se registran uno de los mayores porcentajes de tenencia precaria de la tierra. Los humahuaqueños denuncian cercamientos y desalojos de familias y comunidades que no poseen escrituras sobre sus tierras habitadas según sus usos y costumbres; la aparición de inversores extranjeros que compran y venden especulativamente las tierras para desarrollar megaproyectos turísticos. Nos proponemos interpretar el dilema que la dialéctica derechos universales/locales-comunitarios depara para los habitantes. En el caso de la localidad de Tilcara y Humahuaca, casos paradigmáticos, exploramos el cuestionamiento a la Declaratoria de la Humanidad conociendo los problemas producto del tránsito de un proceso de invisibilidad histórica a uno de hipervisibilización: la exotización de la cultura indígena, la mercantilización del ser, la resistencia de los sujetos a ser desplazados de sus tierras/territorios, a volverse “servidumbre” en su propia tierra; un otro colonialismo interno.
2. Santiago del Estero, Lote El Ceibal,: un campo de 10.000 hectáreas ubicado en el norte de la provincia, en el que habitan alrededor de 200 familias, que en junio de 2005 fue objeto de remate judicial . Hemos comprendido los conflictos en El Ceibal y Bigand (véase Bidaseca y equipo, 2007 a, b, c, d, e, f, g, h, i), analizando el litigio jurídico desde tres formas concretas de desterritorialización: la tierra como mercancía, el derecho y la representación, y en el proceso de subjetivación que constituye sujetos de derecho. En El Ceibal, interpretamos que el título de la tierra como garantía de crédito, se vuelve la mercancía misma. Esta abstracción distancia la titularidad de la posesión real . Hay dos territorios paralelos sin comunicación en el mismo espacio. En el derecho, los campesinos no cuentan como partes y según nuestras observaciones, no cuestionan la legalidad de la titularidad del Banco Platense sobre las tierras. No se plantea una acción por fuera de la lógica jurídica. Ésta funciona como un saber superior no cuestionado.
3. Tucumán, Ciudad Sagrada de Quilmes : Esta reflexión transcripta es sumamente rica como inscripción de la memoria y la identidad de los quilmes. Mas aun cuando uno de los problemas más importantes para la reconstrucción de la identidad indígena lo constituyen las marcas temporales del pasado: el genocidio, la diáspora y la pérdida, hace más de tres siglos, de la lengua de los pobladores originarios de los valles, el kakano. Mas aún, cuando “en los casos estudiados en el Noroeste Argentino los sistemas de rotación que funcionan en los Andes Centrales, en los diferentes niveles de la cultura, se han extinguido sin dejar evidencias que permitan aseverar que alguna vez existieron” (Isla, 2003). Quilmes representó una de “las primeras ciudades prehispánicas en Argentina. (…) Su población se desarrolló desde aproximadamente el s. X DC, alcanzando un elevado nivel socio-cultural, con manejo de sistemas agro-pastoriles y de recolección avanzados, relaciones de intercambio político/económicos de gran escala a nivel de señorío” (Sosa, 2007: 6). Fue una ciudad de gran magnitud, que se extendió sólo en su epicentro, 1 kilómetro por 1 kilómetro. Lugar donde los amautas realizaban las ceremonias, donde se enterraban a sus muertos. Hasta que el soberano hizo de éste un espacio de muerte, donde los individuos fueron sometidos a un régimen de geno-etnocidio, de cuerpos borrados, y luego, a un régimen de invisibilidad. Pasaron aproximadamente 340 años desde que la Ciudad Sagrada de Quilmes dejó de funcionar como tal. El sitio sigue allí, en su materialidad testimonial, para mostrar lo que en ese lugar aconteció. Desde siempre este antigal (en voz indígena) o “sitio arqueológico” recibe cada año a miles de visitantes de distintas nacionalidades. Recientemente se ha transformado en símbolo, pero su significación abarca y, al mismo tiempo, excede lo que sucedió allí con sus habitantes. Después de varias intervenciones con fines turísticos, el manejo del sitio por la propia Comunidad India de Quilmes (CIQ) -desde la toma de la Ciudad el 9 de enero de 2008- ahora puede conducirse en el trabajo de la memoria. Sin embargo, hay algo que hace al sitio ilegible. Su incierta reconstrucción; su falsificación; su deterioro, indicios que marca la comunera en su relato cuando roza con el límite de la duda. ¿Cómo leer hoy esa ciudad si faltan fragmentos; si se interrumpió el hilo de la historia?
4. Santa Fe, Bigand. Se trata de 3500 has. de campo trabajadas por 28 familias de colonos bajo contratos de aparcería desde comienzos del siglo XX, que ha protagonizado la rebelión conocida comp. El “Grito de Alcorta” de 1912. Con el fallecimiento de la última heredera del fundador del pueblo (2004) se iniciaron procesos jurídicos (cambio en cláusulas de contratos, desalojos, embargos) que cuestionan el vínculo que los colonos mantuvieron históricamente, sometiendo a procedimientos formales la validación de los contratos y sus titulares. En Bigand, un punto de inflexión -la muerte de la última heredera-, nos permite observar el encuentro entre dos argumentaciones jurídicas diferentes. Los usos y costumbres que históricamente regularon la relación de los colonos con la familia fundadora emergen para reforzar un orden que es interpelado desde el derecho positivo. La aparición de nuevos actores buscando modificar los contratos de aparcería pone en juego, públicamente, formas de juricidad que coexistieron mientras la familia Bigand tuvo herederos y los contratos se continuaron de generación en generación sin necesidad de negociación previa.
5- Buenos Aires: los Pueblos Originarios en la ciudad: Organización y Centro Cultural Hijos del Pueblo (William Morris, Partido de Hurlingham). Es una casa que fue tomada por un grupo de jóvenes originarios de distintas comunidades donde se desarrolla una huerta, un merendero y funciona como espacio de reunión y realización de ceremonias espirituales. Durante el corriente año, Hijos del Pueblo además del trabajo territorial en el barrio se abocó a un trabajo de articulación y nucleamiento de jóvenes de diferentes partes del Gran Buenos Aires para formar “su propia” organización o movimiento. Se identifica el abandono del territorio y de la vida en comunidad con la integración al mundo occidental. Su condición de migrantes produce una doble discriminación, desde su comunidad por haber abandonado su lugar de origen; y en la ciudad por ser ¨indios, negros, y pobres¨. Viviendo en asentamientos o barrios de bajos recursos . Este sería tomado en sentido contrafáctico, es decir, nos permitirá iluminar sobre la construcción de comunidades donde la tierra como territorio no es el eje de la vida social, e interrogarnos, ¿bajo qué condiciones y/o factores u objetivos (religión, cultura, lengua;) y subjetivos, los procesos de identificación con la comunidad permiten preservar la cultura propia insertos dentro de la vida occidental? En otras palabras, ¿qué factores fijan la pertenencia a un grupo étnico?
Programa de Reconocimiento Institucional de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Sociales.
Título del proyecto: "EL LEGADO DE ÁFRICA. ARTICULACIÓN DE DIFERENCIAS POLÍTICO-CULTURALES ENTRE ORGANIZACIONES AFRODESCENDIENTES LOCALES Y DIASPÓRICAS Y MIGRANTES AFRICANOS EN BUENOS AIRES"
Dirección: Karina BIDASECA
Integrantes del equipo: Ruggero, Santiago; Tesoriero, Ma. Victoria; Kaminker, Sergio; Mines, Ana; Pais, Mariana; Puentes, Juan Pablo
Año de inicio: 2009
Carrera: SOCIOLOGÍA
Especialidad: Estudios Poscoloniales y subalternos
Palabras claves: afrodescendientes -movimientos sociales- racismo - identidades políticas
Resumen
En este proyecto nos interesa estudiar la articulación de diferencias político-culturales recientes entre dos organizaciones afrodescendientes locales y diaspóricas y migrantes africanos en Buenos Aires en los últimos años, desde un diálogo transdisciplinario entre los Estudios subalternos y la teoría dialógica.
Los movimientos de desterritorialización capitalista y las reivindicaciones y luchas de los distintos grupos minoritarios y/o étnicos invisten las formas actuales de construcción de identidades políticas, desafiando las posibilidades de articulación de las luchas por la igualdad. Nos interesa discutir qué espacio existe para modificar las posiciones de estos sujetos que han sido objeto de políticas hegemónicas que han borrado su cultura e identidad, y bajo qué condiciones pueden darse indagando en los lugares innovadores de colaboración y cuestionamiento de identidades binarias.
Con esta investigación nos proponemos contribuir teóricamente a discutir la interpenetración y perpetuación de las matrices colonial/patriarcal/global en la conformación de las subjetividades de sujetos que experimentan varias subalternizaciones . Y asimismo, a dar status teórico a la categoría epistemológica, geopolítica y sexual de invisibilidad/invisibilización (cuyo valor descriptivo se refugió en los estudios de mujeres) reconocido para otros subalternos (minorías étnicas, raciales, campesina/os...).
Finalizados
OBSERVATORIO de GÉNERO Nueva Ciudadanía/UNIFEM/UNFPAF. PRIMER CONCURSO DE INCENTIVOS PARA LA INVESTIGACIÓN SOBRE
GÉNERO Y POBREZA EN ARGENTINA
Título del Proyecto: "MUJERES DEL SUR. CONCEPCIONES NATIVAS DE LA POBREZA Y USO DEL TIEMPO". Mención especial otorgada por el Observatorio/ UNIFEM/UNFPAF.
Dirección: Karina Bidaseca y Adriana Causa
Año: 2009
Palabras claves: feminización de la pobreza- uso del tiempo
Resumen
En los últimos 20 años, las mujeres de sectores populares y también de las clases medias empobrecidas han funcionado como la “variable de ajuste” para absorber las diferentes crisis económicas de nuestro país. La combinación de empleo precario, a tiempo parcial y con magros salarios se le suma a la tradicional adjudicación del trabajo doméstico y de cuidado familiar en las mujeres argentinas. Esta doble jornada, triple y hasta cuádruple jornada laboral, sitúa a muchas de ellas en una situación de pobreza material y simbólica. Por tanto, nos interesa desarrollar un proyecto de investigación donde se puedan rescatar y redefinir las concepciones respecto a la pobreza femenina, en voz de las propias protagonistas, las mujeres. Para dar cuenta de ello se incorporará al análisis la combinación de la perspectiva de género, de clase social y de raza.
En este sentido, nos pareció relevante diseñar un proyecto de investigación que contemple este registro material y simbólico de la población femenina, centrado en vislumbrar una mirada crítica al diseño de las políticas públicas que profundiza la subalternización de estas mujeres, al estigmatizarlas como “pobres”. Así, nuestra hipótesis de inicio fue que este modo de nombrar su condición material, puede incidir negativamente en la capacidad agencial de las mujeres. Por consiguiente, una de nuestras preguntas es si el proceso de autonomía de las mujeres depende del capital material y simbólico y cultural, pero también del orden discursivo de los mensajes que circulan: cómo son ellos recepcionados por las propias mujeres y de qué modo ellas son nombradas, invisibilizadas, no escuchadas o silenciadas (Bidaseca, 2009).
Asimismo, decidimos complejizar la perspectiva de la llamada “feminización de la pobreza” al considerar que hay dos formas de jerarquización que en la modernidad capitalista contienen elementos propios de la desigualdad pero también de la exclusión: el racismo y el sexismo. A pesar del consenso en cuanto a admitir que la raza no es una categoría válida de clasificación, pues no es demostrable científicamente su existencia, como explica Wallerstein (1979) el racismo ha servido como ideología global para justificar la desigualdad. Y tanto el racismo, como el sexismo, han funcionado como ideologías no sólo opresivas sino autorrepresivas, modelando las expectativas y limitándolas. Si tenemos en cuenta que la diferencia y la desigualdad son construcciones sociales, el significado que los actores y actrices le atribuyen a la diferencia es producto de prácticas sociales sedimentadas que instalan un modo específico de concebir la diferencia como desigualdad y que activan diferentes mecanismos para legitimarla (Bidaseca, 2008).
Una dimensión de análisis que generalmente se omite en los estudios sobre pobreza son los dispositivos racistas y construcción de representaciones estereotipadas de las mujeres. Por lo tanto, otra de nuestras hipótesis fue que el racismo puede estar sobredeterminando los procesos de pobreza entre las mujeres subalternas (Bidaseca y equipo, 2007; 2008).
Una de las variadas formas que adquiere la exclusión, como forma de dominación, en el mundo rural es negar u obstaculizar a los sujetos con tenencia precaria de la tierra , el derecho sobre ésta. Sin embargo, la gran diversidad de dispositivos sociales observables no permite identificar empíricamente criterios de derecho universalmente válidos (Mahé, 1997).
Por consiguiente esta investigación se propone en una primera etapa, analizar los mecanismos jurídicos e institucionales (económicos, sociales y políticos) que intervienen en la distribución de bienes en al agro argentino, en el desalojo de comunidades campesinas y pueblos originarios. Y en su segunda etapa, profundizar la interpretación sobre la constitución -o no- de un sujeto político (Rancière, 1996). El enfoque teórico de los Estudios Poscoloniales y de la subalternidad, permite articular la dominación de etnia y género con los procesos de expulsión y de invisibilización y elaborar una mirada crítica sobre el neocolonialismo . Nos referimos, por ejemplo, a los indígenas como un “fenómeno rural”, desconociendo comunidades residentes en barrios urbanos; o los significados de la Educación intercultural bilingüe, pues por la falta de reconocimiento del Estado hacia la lengua “otra”, se perpetúa la discriminación de formas distintas de pensar, y reconocimiento de los derechos (principalmente a la tierra/territorio) de los pueblos originarios. Desde la corriente del “Pluralismo Jurídico”, abordamos la falsa dicotomía entre derechos individuales y colectivos, y las tensiones que surgen entre derecho positivo y derechos consuetudinarios, para abrir el debate acerca de la decodificación que los actores pueden/hacen de estos derechos según sus usos y costumbres.
Nuestros estudios empíricos son tomados como singularidades, en tanto son paradigmáticos de la vulneración del derecho posesorio sobre la tierra/territorio en las comunidades. Son ellos representativos de tres regiones: el Noroeste argentino, la Pampa y la Metrópoli de Buenos Aires:
1. Jujuy: El conflicto por las tierras en la Quebrada de Humahuaca, posterior a la Declaración de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO (2003). La Quebrada está habitada por comunidades aborígenes kollas, omaguacas, campesinas y asentamientos urbanos. Se registran uno de los mayores porcentajes de tenencia precaria de la tierra. Los humahuaqueños denuncian cercamientos y desalojos de familias y comunidades que no poseen escrituras sobre sus tierras habitadas según sus usos y costumbres; la aparición de inversores extranjeros que compran y venden especulativamente las tierras para desarrollar megaproyectos turísticos. Nos proponemos interpretar el dilema que la dialéctica derechos universales/locales-comunitarios depara para los habitantes. En el caso de la localidad de Tilcara y Humahuaca, casos paradigmáticos, exploramos el cuestionamiento a la Declaratoria de la Humanidad conociendo los problemas producto del tránsito de un proceso de invisibilidad histórica a uno de hipervisibilización: la exotización de la cultura indígena, la mercantilización del ser, la resistencia de los sujetos a ser desplazados de sus tierras/territorios, a volverse “servidumbre” en su propia tierra; un otro colonialismo interno.
2. Santiago del Estero, Lote El Ceibal,: un campo de 10.000 hectáreas ubicado en el norte de la provincia, en el que habitan alrededor de 200 familias, que en junio de 2005 fue objeto de remate judicial . Hemos comprendido los conflictos en El Ceibal y Bigand (véase Bidaseca y equipo, 2007 a, b, c, d, e, f, g, h, i), analizando el litigio jurídico desde tres formas concretas de desterritorialización: la tierra como mercancía, el derecho y la representación, y en el proceso de subjetivación que constituye sujetos de derecho. En El Ceibal, interpretamos que el título de la tierra como garantía de crédito, se vuelve la mercancía misma. Esta abstracción distancia la titularidad de la posesión real . Hay dos territorios paralelos sin comunicación en el mismo espacio. En el derecho, los campesinos no cuentan como partes y según nuestras observaciones, no cuestionan la legalidad de la titularidad del Banco Platense sobre las tierras. No se plantea una acción por fuera de la lógica jurídica. Ésta funciona como un saber superior no cuestionado.
3. Tucumán, Ciudad Sagrada de Quilmes : Esta reflexión transcripta es sumamente rica como inscripción de la memoria y la identidad de los quilmes. Mas aun cuando uno de los problemas más importantes para la reconstrucción de la identidad indígena lo constituyen las marcas temporales del pasado: el genocidio, la diáspora y la pérdida, hace más de tres siglos, de la lengua de los pobladores originarios de los valles, el kakano. Mas aún, cuando “en los casos estudiados en el Noroeste Argentino los sistemas de rotación que funcionan en los Andes Centrales, en los diferentes niveles de la cultura, se han extinguido sin dejar evidencias que permitan aseverar que alguna vez existieron” (Isla, 2003). Quilmes representó una de “las primeras ciudades prehispánicas en Argentina. (…) Su población se desarrolló desde aproximadamente el s. X DC, alcanzando un elevado nivel socio-cultural, con manejo de sistemas agro-pastoriles y de recolección avanzados, relaciones de intercambio político/económicos de gran escala a nivel de señorío” (Sosa, 2007: 6). Fue una ciudad de gran magnitud, que se extendió sólo en su epicentro, 1 kilómetro por 1 kilómetro. Lugar donde los amautas realizaban las ceremonias, donde se enterraban a sus muertos. Hasta que el soberano hizo de éste un espacio de muerte, donde los individuos fueron sometidos a un régimen de geno-etnocidio, de cuerpos borrados, y luego, a un régimen de invisibilidad. Pasaron aproximadamente 340 años desde que la Ciudad Sagrada de Quilmes dejó de funcionar como tal. El sitio sigue allí, en su materialidad testimonial, para mostrar lo que en ese lugar aconteció. Desde siempre este antigal (en voz indígena) o “sitio arqueológico” recibe cada año a miles de visitantes de distintas nacionalidades. Recientemente se ha transformado en símbolo, pero su significación abarca y, al mismo tiempo, excede lo que sucedió allí con sus habitantes. Después de varias intervenciones con fines turísticos, el manejo del sitio por la propia Comunidad India de Quilmes (CIQ) -desde la toma de la Ciudad el 9 de enero de 2008- ahora puede conducirse en el trabajo de la memoria. Sin embargo, hay algo que hace al sitio ilegible. Su incierta reconstrucción; su falsificación; su deterioro, indicios que marca la comunera en su relato cuando roza con el límite de la duda. ¿Cómo leer hoy esa ciudad si faltan fragmentos; si se interrumpió el hilo de la historia?
4. Santa Fe, Bigand. Se trata de 3500 has. de campo trabajadas por 28 familias de colonos bajo contratos de aparcería desde comienzos del siglo XX, que ha protagonizado la rebelión conocida comp. El “Grito de Alcorta” de 1912. Con el fallecimiento de la última heredera del fundador del pueblo (2004) se iniciaron procesos jurídicos (cambio en cláusulas de contratos, desalojos, embargos) que cuestionan el vínculo que los colonos mantuvieron históricamente, sometiendo a procedimientos formales la validación de los contratos y sus titulares. En Bigand, un punto de inflexión -la muerte de la última heredera-, nos permite observar el encuentro entre dos argumentaciones jurídicas diferentes. Los usos y costumbres que históricamente regularon la relación de los colonos con la familia fundadora emergen para reforzar un orden que es interpelado desde el derecho positivo. La aparición de nuevos actores buscando modificar los contratos de aparcería pone en juego, públicamente, formas de juricidad que coexistieron mientras la familia Bigand tuvo herederos y los contratos se continuaron de generación en generación sin necesidad de negociación previa.
5- Buenos Aires: los Pueblos Originarios en la ciudad: Organización y Centro Cultural Hijos del Pueblo (William Morris, Partido de Hurlingham). Es una casa que fue tomada por un grupo de jóvenes originarios de distintas comunidades donde se desarrolla una huerta, un merendero y funciona como espacio de reunión y realización de ceremonias espirituales. Durante el corriente año, Hijos del Pueblo además del trabajo territorial en el barrio se abocó a un trabajo de articulación y nucleamiento de jóvenes de diferentes partes del Gran Buenos Aires para formar “su propia” organización o movimiento. Se identifica el abandono del territorio y de la vida en comunidad con la integración al mundo occidental. Su condición de migrantes produce una doble discriminación, desde su comunidad por haber abandonado su lugar de origen; y en la ciudad por ser ¨indios, negros, y pobres¨. Viviendo en asentamientos o barrios de bajos recursos . Este sería tomado en sentido contrafáctico, es decir, nos permitirá iluminar sobre la construcción de comunidades donde la tierra como territorio no es el eje de la vida social, e interrogarnos, ¿bajo qué condiciones y/o factores u objetivos (religión, cultura, lengua;) y subjetivos, los procesos de identificación con la comunidad permiten preservar la cultura propia insertos dentro de la vida occidental? En otras palabras, ¿qué factores fijan la pertenencia a un grupo étnico?
Programa de Reconocimiento Institucional de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Sociales.
Título del proyecto: "EL LEGADO DE ÁFRICA. ARTICULACIÓN DE DIFERENCIAS POLÍTICO-CULTURALES ENTRE ORGANIZACIONES AFRODESCENDIENTES LOCALES Y DIASPÓRICAS Y MIGRANTES AFRICANOS EN BUENOS AIRES"
Dirección: Karina BIDASECA
Integrantes del equipo: Ruggero, Santiago; Tesoriero, Ma. Victoria; Kaminker, Sergio; Mines, Ana; Pais, Mariana; Puentes, Juan Pablo
Año de inicio: 2009
Carrera: SOCIOLOGÍA
Especialidad: Estudios Poscoloniales y subalternos
Palabras claves: afrodescendientes -movimientos sociales- racismo - identidades políticas
Resumen
En este proyecto nos interesa estudiar la articulación de diferencias político-culturales recientes entre dos organizaciones afrodescendientes locales y diaspóricas y migrantes africanos en Buenos Aires en los últimos años, desde un diálogo transdisciplinario entre los Estudios subalternos y la teoría dialógica.
Los movimientos de desterritorialización capitalista y las reivindicaciones y luchas de los distintos grupos minoritarios y/o étnicos invisten las formas actuales de construcción de identidades políticas, desafiando las posibilidades de articulación de las luchas por la igualdad. Nos interesa discutir qué espacio existe para modificar las posiciones de estos sujetos que han sido objeto de políticas hegemónicas que han borrado su cultura e identidad, y bajo qué condiciones pueden darse indagando en los lugares innovadores de colaboración y cuestionamiento de identidades binarias.
Con esta investigación nos proponemos contribuir teóricamente a discutir la interpenetración y perpetuación de las matrices colonial/patriarcal/global en la conformación de las subjetividades de sujetos que experimentan varias subalternizaciones . Y asimismo, a dar status teórico a la categoría epistemológica, geopolítica y sexual de invisibilidad/invisibilización (cuyo valor descriptivo se refugió en los estudios de mujeres) reconocido para otros subalternos (minorías étnicas, raciales, campesina/os...).
Finalizados
OBSERVATORIO de GÉNERO Nueva Ciudadanía/UNIFEM/UNFPAF. PRIMER CONCURSO DE INCENTIVOS PARA LA INVESTIGACIÓN SOBRE
GÉNERO Y POBREZA EN ARGENTINA
Título del Proyecto: "MUJERES DEL SUR. CONCEPCIONES NATIVAS DE LA POBREZA Y USO DEL TIEMPO". Mención especial otorgada por el Observatorio/ UNIFEM/UNFPAF.
Dirección: Karina Bidaseca y Adriana Causa
Año: 2009
Palabras claves: feminización de la pobreza- uso del tiempo
Resumen
En los últimos 20 años, las mujeres de sectores populares y también de las clases medias empobrecidas han funcionado como la “variable de ajuste” para absorber las diferentes crisis económicas de nuestro país. La combinación de empleo precario, a tiempo parcial y con magros salarios se le suma a la tradicional adjudicación del trabajo doméstico y de cuidado familiar en las mujeres argentinas. Esta doble jornada, triple y hasta cuádruple jornada laboral, sitúa a muchas de ellas en una situación de pobreza material y simbólica. Por tanto, nos interesa desarrollar un proyecto de investigación donde se puedan rescatar y redefinir las concepciones respecto a la pobreza femenina, en voz de las propias protagonistas, las mujeres. Para dar cuenta de ello se incorporará al análisis la combinación de la perspectiva de género, de clase social y de raza.
En este sentido, nos pareció relevante diseñar un proyecto de investigación que contemple este registro material y simbólico de la población femenina, centrado en vislumbrar una mirada crítica al diseño de las políticas públicas que profundiza la subalternización de estas mujeres, al estigmatizarlas como “pobres”. Así, nuestra hipótesis de inicio fue que este modo de nombrar su condición material, puede incidir negativamente en la capacidad agencial de las mujeres. Por consiguiente, una de nuestras preguntas es si el proceso de autonomía de las mujeres depende del capital material y simbólico y cultural, pero también del orden discursivo de los mensajes que circulan: cómo son ellos recepcionados por las propias mujeres y de qué modo ellas son nombradas, invisibilizadas, no escuchadas o silenciadas (Bidaseca, 2009).
Asimismo, decidimos complejizar la perspectiva de la llamada “feminización de la pobreza” al considerar que hay dos formas de jerarquización que en la modernidad capitalista contienen elementos propios de la desigualdad pero también de la exclusión: el racismo y el sexismo. A pesar del consenso en cuanto a admitir que la raza no es una categoría válida de clasificación, pues no es demostrable científicamente su existencia, como explica Wallerstein (1979) el racismo ha servido como ideología global para justificar la desigualdad. Y tanto el racismo, como el sexismo, han funcionado como ideologías no sólo opresivas sino autorrepresivas, modelando las expectativas y limitándolas. Si tenemos en cuenta que la diferencia y la desigualdad son construcciones sociales, el significado que los actores y actrices le atribuyen a la diferencia es producto de prácticas sociales sedimentadas que instalan un modo específico de concebir la diferencia como desigualdad y que activan diferentes mecanismos para legitimarla (Bidaseca, 2008).
Una dimensión de análisis que generalmente se omite en los estudios sobre pobreza son los dispositivos racistas y construcción de representaciones estereotipadas de las mujeres. Por lo tanto, otra de nuestras hipótesis fue que el racismo puede estar sobredeterminando los procesos de pobreza entre las mujeres subalternas (Bidaseca y equipo, 2007; 2008).
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